jueves, 12 de junio de 2008

El Verdadero Valor


Érase una vez en un pequeño pueblo llamado Samorra, ubicado al sur de Jordania, un pequeño gran hombre, llamado Jacob. Jacob, de morena piel y ojos netamente verdes, estatura media, y su aspecto bonachón, le daba cierto tinte de gordo. Edad aproximada de 30 años, vivía solo en una casa parcialmente destruida, ya que nunca había conseguido una mujer, y sus padres habían muerto en un intento fallido de cruzar la frontera con Larrinduen, pueblo limítrofe, que se encontraba en guerra con Samorra. Jacob, sentía una gran angustia, él sentía que las demás personas no lo valoraban, tanto como él se merecía. Sentía que sus esfuerzos eran en vano, que nada de lo que él pudiera hacer o decir, podría servir para satisfacer a los demás. Hasta que un buen día, decidió, al fin, ir con el Gran Sabio Isaac, que vivía a unos 200 Km. De su residencia. A los dos días de incesante viaje a caballo, llegó a una pequeña cabaña, ubicada al frente de una pequeña laguna, a la derecha de un centro comercial de época. Al tocar la puerta, sale un hombre de mediana edad, pero sus largas y blancas barbas avejentaban su rostro.
-Gran Isaac, necesito su ayuda. A veces siento que…
-Disculpa, muchacho – Dijo Isaac sin dejarlo terminar – Pero en este momento me encuentro muy ocupado, tengo que ir a vender esta alhaja, para pagar mis deudas.
-Pero, vengo desde muy lejos, por favor, debe ayudarme – Dijo Jacob en tono suplicante
-Está bien, pero primero deberás ayudarme tú a mí, así me pagarás el favor, y lo haremos más rápido. Debes ir al centro con esta alhaja y venderla, pero no aceptes nunca menos de una moneda de Oro.
Aceptó un poco confundido, se sintió nuevamente minusvalorado y sus obligaciones postergadas, pero así y todo Jacob tomó la alhaja, se subió a su caballo y comenzó a ofrecerla a cuanta persona con aspecto adinerado se le cruzara.
-Tengo una alhaja muy hermosa para ofrecerle, señor
-¿Y cuanto pide?
-Una moneda de oro.
-Estás loco, muchacho, no te daré mas de dos monedas de plata por ella.
-Disculpe pero el precio fijado es ése.
Y así, pasó por mucha gente, y nunca dio con la persona que aceptara el precio que él proponía.
—Sabio —dijo—, lo siento, no se puede conseguir lo que me pidió. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto al valor de la alhaja
—Qué importante lo que dijiste, jovencito —contestó sonriente el Sabio—. Debemos saber primero el verdadero valor de la alhaja. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo? Dile que quisieras vender la alhaja y pregúntale cuánto te da por ella. Pero no te importe lo que ofrezca, ¡no se lo vendas! Vuelve aquí con mi alhaja.
Jacob volvió a cabalgar.
El joyero examinó el anillo bajo una potente luz con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
—Muchacho, que si lo quieres vender YA, no puedo dar más de 58 monedas de oro por tu alhaja.
— ¡58 monedas! —exclamó el joven.
—Sí —replicó el joyero—, yo sé que con tiempo podríamos obtener por ella cerca de 70 monedas, pero no sé…. si la venta es urgente…te daré 58.
Jacob volvió feliz y contento con la alhaja en mano, y le dijo al Sabio el verdadero valor de ella.
—Siéntate —dijo el Sabio después de escucharlo, y preparó un té para cada uno.
—Tu eres como esta alhaja: una joya, valiosa, única, brillante. Y como tal, sólo puede evaluarte un experto. ¿Por qué pretendes que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, bajó la vista, y volvió a colocar su alhaja en su caja fuerte.
-Todos nosotros somos alhajas, valiosos y únicos, y viajamos por el mercado de la vida, vendiéndonos, pretendiendo que gente inexperta nos valore.
Ana B. Ortiz

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gordii nosss conocemos ace comoo 35 minutos.. enrealidad ni nos cnocemos ... peroo nce me caistes mas qe bien ,, i de sierta forma me ashudastes a star un poqito mejor sin saber ni qien era.. i eso te lo tengo qe agradecer:). ii un consejito..qe seguro qe sha lo sabes.. sos buena escribiendo. ii creo qe si seguis asii,, podes llegar a sacarle frutos a todo esto:) te deseo lo mejor.. i espero conocerte mas :)



ivito :)


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